Laura Pinchete, artista y diseñadora madrileña apasionada por el arte y en constante aprendizaje. Desde muy pequeña descubrió su fascinación por crear, ya fuera a través de las manualidades, la pintura o cualquier actividad que le permitiera transformar ideas en algo tangible.

Esa curiosidad natural la llevó a estudiar Publicidad y Relaciones Públicas y diseño de interiorismo, lo que le dio una sólida base creativa y comunicativa. Sin embargo, su verdadera vocación siempre estuvo en el diseño y la pintura, áreas en las que ha podido desarrollarse y expresar su visión del mundo.

Su trabajo busca capturar la armonía estética a través de los contrastes, explorando cómo los opuestos pueden convivir y complementarse para crear piezas visualmente equilibradas. » Me encanta experimentar con técnicas y materiales (especialmente los reciclados y dar una nueva vida a los objetos), siempre buscando que cada obra cuente una historia y despierte emociones en quien la contempla.»

«Creo firmemente en el aprendizaje constante. Para mí, el arte es un camino en el que nunca se deja de descubrir, de mejorar y de sorprenderse. Este espíritu de evolución también me impulsa a innovar y a adaptarme constantemente.»

¿Qué te motivó a empezar en el arte?

Desde que era niña, siempre he tenido una gran curiosidad por crear. Me encantaba hacer manualidades, pintar y explorar cualquier actividad que implicara transformar materiales en algo único. Esa pasión fue creciendo conmigo y, con el tiempo, entendí que el arte no era solo un hobby, sino mi forma de expresarme y de conectar con los demás.

¿Cuáles son tus influencias de otros movimientos artísticos?

Me inspiran mucho los movimientos abstractos y expresionistas. Artistas como Tàpies, Luis Feito, Pollock y Mark Rothko han dejado una huella importante en mi trabajo. Me fascina cómo lograban transmitir emociones profundas a través del color, las texturas y la energía del gesto.

¿Podrías definir en una frase tu trabajo?

Armonía visual que surge del contraste y la exploración constante.

¿Qué te mueve a innovar en tus obras de arte?

Lo que más me motiva es el deseo de crecer como artista. Creo que cada obra es una oportunidad para aprender algo nuevo, experimentar con técnicas o materiales diferentes, y sorprenderme a mí misma con los resultados. Para mí, la innovación es un camino natural hacia la evolución artística.

El arte es un proceso vivo, un camino que nunca se estanca si tienes la valentía de explorar nuevos horizontes. Para mí, cada obra representa una oportunidad de aprender algo nuevo, ya sea a través del uso de materiales distintos, experimentando con técnicas desconocidas, o incluso enfrentándome a temáticas que me desafíen emocional y conceptualmente.

Las nuevas tecnologías están avanzando muy rápidamente. ¿Crees que de alguna manera pueden afectar a los artistas de forma positiva?

Definitivamente, sí. Las nuevas tecnologías abren puertas a formas de creación que antes eran impensables. Desde herramientas digitales que amplían las posibilidades creativas, hasta la forma en que el arte se comparte y se conecta con el público a través de plataformas online. Creo que, si las usamos bien, pueden ser grandes aliadas para los artistas, ayudándonos a explorar nuevas dimensiones y llegar a más personas.

Además, la innovación nos permite esa esencia creativa. Si repitiéramos lo mismo una y otra vez, perdería el sentido de descubrimiento que hace que este trabajo sea tan apasionante para mí. Innovar es como abrir una ventana a lo desconocido, y esa incertidumbre es lo que me inspira a seguir explorando.

Al fin y al cabo el entorno que nos rodea cambia constantemente: las tendencias, los materiales disponibles, incluso los intereses de la gente. Esto impulsa a adaptarnos y a incorporar estas transformaciones en nuestro trabajo. Innovar, para mí, no es solo una elección, sino una forma de mantener el arte relevante, vivo y conectado con el mundo que habitamos.

Una anécdota

Recuerdo que en una exposición de mis obras, una persona se quedó mirando un cuadro mío durante mucho tiempo (finalmente lo compró) Se acercó y me dijo: “No entiendo qué estoy viendo, pero siento que lo necesito en mi vida, ya que refleja exactamente el momento por el que estoy pasando” Fue un momento muy especial porque me di cuenta de que el arte no siempre necesita explicarse; se trata de lo que hace sentir a quien lo contempla. Esa conexión emocional es lo que me impulsa a seguir creando.

Nosotros estamos enamorados de las obras de Laura y tenemos esta en nuestra galería.

Si vosotros también os habéis enamorado podéis seguirla en su Instagram.